Es cierto que cada vez es más habitual tomar helados a lo largo de todo el año. Pero también lo es que cuando más apetecen y más refrescan es en verano. Además que el imaginario colectivo los asocia irremediablemente con esa época del año, con las playas, el protector solar y el calor.
Por eso nos ha parecido una buena idea darte unas cuantas razones para seguir con esta tradición. Primero has de saber que eso de degustar productos fríos no es algo de ayer, ni siquiera del siglo pasado. Aunque su origen es incierto, parece que ya en el 400 AC se preparaba algo parecido a un sorbete de pudín de arroz. Y después de Cristo, Nerón enfriaba sus jugos de frutas y sus vinos con hielo y nieve traídos por sus esclavos desde las montañas…
Y así hasta los helados tal y como los conocemos hoy. De hielo o crema helada; granizado o sorbete. Cualquiera de ellos es delicioso… y muy nutritivo. Con alto valor proteico y de hidratos de carbono simples. Además de sodio y calcio. Lo peor que pueden tener —los de leche, no los de hielo— es el valor energético alto.
El caso es que tan buenos como son, aún lo son más si los haces en casa. Sin conservantes ni colorantes. Claro que para eso necesitarás algunas pistas y, sobre todo, accesorios que garanticen que su aspecto sea tan impecable como su sabor. Como recién comprado en la mejor de las heladerías.
Para empezar, te aconsejamos que si tu familia es realmente muy heladera, te hagas con una de las múltiples máquinas que hay en el mercado que te ayudan a prepararlos. Las más sofisticadas son las eléctricas, le dan esa textura tan especial a las cremas heladas y, de paso, enfrían en solo unas horas. Otras, más sencillas —y económicas—, como las Zoku —a la venta en Claudia & Julia— son para rellenar con lo que te apetezca y no tengas más que meterlas en el congelador.
Otra opción es lanzarte al mundo de los moldes. Como el que más nos ha sorprendido de entre las novedades de esta temporada. Se trata de un molde rectangular de silicona para hacer barras de helados —qué ricas las tradicionales de tres sabores—. El truco que encierra es que se puede desmontar, ya que el cinturón de silicona se abre y se cierra con un pasador. Además está diseñado con un sistema que evita fugas de masa para evitar sorpresas de último momento. Lo puedes adquirir en Menajeando.
Es cierto que a los niños les suele divertir más tomarse su polo sin compartir con nadie… e ir tomándolo por la calle. En esta caso puedes apostar que vas a poder sorprenderles con los nuevos moldes que hemos encontrado en algunas firmas. Como las figuras de animales —osos, pingüinos— de colores de Tescoma —también tienen los clásicos—. O los Slow Fish, de Zoku. Es un molde con seis huecos con la silueta de un submarinista, un tiburón, un pez globo, una ballena, un pulpo y un pez payaso. Lo tienen en Cosas de Regalo.
La guinda del pastel puede ser una deliciosa e irresistible cobertura de chocolate. El centro chocolatero de Zoku —en Cosas de regalo— te permitirá bañar el helado en chocolate, decorarlo y espolvorearlo con diversos toppings. Tescoma tiene un decorador para derretir la cobertura al baño maría o en el microondas.
Más información:
www.claudiaandjulia.com
www.menajeando.com
www.tescomaonline.es
www.cosasderegalo.com
