Aunque los materiales naturales, con la madera, las piedras y las fibras vegetales encabezando el ranking de ‘favoritos’, son las estrellas absolutas de la nueva decoración de interiores más ‘eco’ y sostenible, lo cierto es que el metal (acero y aluminio) está ganando terreno en las casas contemporáneas, gracias, principalmente a su estética única. Por eso, los diseñadores actuales lo han recuperado, incluso desempolvado, fascinados por sus muchas virtudes prácticas y estéticas: muy higiénico, se produce, además, de forma rápida.

'Must' de temporada

Cromado, mate o rugoso; solo o combinado con otro material; pintado o al natural, el metal reclama su derecho a formar parte de la decoración de la casa, surgiendo como uno de los ‘must’ de temporada. La estantería Haller de USM (incluida en la colección de permanente del MoMA de Nueva York) no necesita presentación. Versátil y disponible en infinidad de combinaciones y acabados por ella no pasa el tiempo ni en diseño ni en durabilidad.

Reediciones ‘top’

Para demostrar que el metal está más vivo que nunca, muchas firmas reeditan grandes iconos del diseño, reclamando su modernidad y un lugar en las casas actuales por derecho propio. Es el caso de la icónica lámpara Eclisse que reedita Artemide o la P376 de Kastholm & Fabricius (en la imagen), que &Tradition trae a la palestra decorativa. Este diseño en aluminio, concebido en 1963, ofrece una luz suave y difusa ideal para alumbrar la mesa de comedor con un plus de elegancia.

En muebles y accesorios

Su vuelta al panorama decorativo se deja sentir tanto en los grandes muebles, como estanterías, consolas o mesas de centro, como en elementos de mobiliario, como las patas de una mesa de comedor, o en accesorios, como lámparas y jarrones. En este salón de Fritz Hansen lo encontramos en muchas de sus piezas principales y ‘secundarias’, si se puede llamar así a los candelabros de Jaime Hayon, las patas del sofá y de las mesas  o la lámpara de pie.

Material camaleónico

Otro punto a favor de este material es su capacidad para encajar en cualquier estilo decorativo. Aunque inicialmente lo vinculamos con una decoración industrial, lo cierto es que se siente igual de a gusto en un ambiente ‘vintage’, ecléctico, nórdico e, incluso, ‘boho’, como el que tiene en esta propuesta de Bloomingville, donde las ruedas y su estructura abierta e informal le permiten integrarse en atmósferas relajadas con objetos étnicos, cojines y kilims.

De colores

El acero y el aluminio pueden lucir su ‘look’ metalizado natural o vestirse de colores (especialmente en negro) para camuflarse mejor con el resto de la decoración. Aquí, la tapa y la estructura de la mesita auxiliar Cumano de Zanotta está realizada en acero y no necesita nada más para brillar junto al sofá, en un rincón de lectura e, incluso, como mesilla de noche. La tienes en negro, aunque también está disponible en rojo, blanco o azul.

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En solitario

Si algo ha demostrado este material a lo largo del tiempo, desde que en los años 20 provocase su particular revolución, es que su resistencia está a prueba de casi todos y que lo del miedo escénico no va con él. Por eso, puede lucir solo o combinado con otros materiales. Como muestra esta silla de KH Living tan auténtica y bella como cómoda y versátil, capaz de moverse del despacho en casa a la mesa de la cocina sin miedo a los cambios de escenario.

Con madera

Aunque no necesita ‘partenaire’, lo cierto es que el acero y el aluminio encuentran en materiales como la madera un auténtico aliado para resaltar su poder. La consola Garton de Made.com combina líneas metálicas con madera de mango carbón. Al pintarse a juego en negro se logra un conjunto perfecto para una decoración industrial ‘chic’ (más cálida) o para un ambiente ‘vintage’. Si cada una va en sus tonos naturales se logrará una atmósfera más suave, perfecta para una ‘deco’ nórdica o contemporánea.

Espíritu retro

Es imposible imaginar este resurgir del metal sin echar un vistazo a la historia del diseño. A partir de los años 20, junto al bronce y la laca, rompe códigos y ‘toma’ grandes piezas de diseño como la chaise longue LC4 de Le Corbusier, Jeanneret y Charlotte Perriand (editada por Cassina y de venta en Naharro) logrando una auténtica revolución. Revolución que llega hasta nuestros días con piezas que siguen produciéndose y adorándose y que a (casi) todos nos encantaría tener en nuestra casa.

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'Moderno' con causa

Aunque la estantería Gespanntes Regal de Moormann es de los años 80, es una clara demostración del carácter atemporal que posee el acero y sus muchas posibilidades en la creación de piezas modernas, que tienen cabida y hueco en la decoración de interiores moderna. Nos gusta en el pasillo, en un rincón de lectura e, incluso, en el dormitorio como mesilla de diseño.

Para toda la casa

Los muebles de acero y aluminio se pasean por toda la casa, incluida la cocina, y salen a la terraza y el jardín con la confianza de saber que son muy resistentes, no se oxidan y son fáciles de cuidar. Entre todos, destacan las estanterías de metal, un clásico de salones y despachos. La Bibliotheque, un diseño creado en 1972 por Pierre Paulin y que edita Ligne Roset, une una estructura de hilo de acero con la madera de sus estantes. ¿El resultado? Actual y lleno de posibilidades para brillar en cualquier rincón del hogar, especialmente si quieres darle un aire retro al ambiente. 

También en la habitación juvenil

Quizás es una de las estancias de la casa donde más tiempo llevan con nosotros sin que nos hayamos percatado de su presencia, ya que casi siempre los muebles metálicos están pintados en colores que van desde el blanco, hasta el rojo, el azul y el amarillo. Camas, como esta litera de Cuckooland,  estanterías, baldas o la silla de escritorio tienen la capacidad de imprimir al cuarto un toque más moderno y actual que la madera, por lo que encajan mejor con el carácter adolescente.

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