Estrategias nutricionales para combatir el frío

En estos días de temperaturas gélidas, los caldos y las infusiones se convierten en buenos aliados

Por Pilar Hernán

Hay alimentos que nos ayudan a combatir mejor el frío, cuidando, además, nuestra salud digestiva. Para conseguirlo, Cristina Barrous, coach nutricional de The Beauty Concept ha creado cuatro estrategias relacionadas con la alimentación que nos pueden ayudar a conseguir pasar menos frío en este invierno.

Lee también: Descubre si es más saludable la comida fría o la caliente

Estrategia 1. Combatir desde alimentos calientes

Esta estrategia es la más conocida y usada en toda la historia. Sin embargo, hay que cuidar el no ingerir alimentos que puedan dañar nuestra microbiota y activar el sistema de recompensa. Evitar productos como el chocolate caliente y apostar por alimentos ricos en grasa saludable que además de estar calientes puedan estabilizar nuestros microorganismos, un gran ejemplo es el caldo de huesos. Es una receta súper rica en minerales y vitaminas, delicioso y que activará todo nuestro organismo para entrar en calor.

Lee también: Este invierno evita los alimentos que enfrían tu cuerpo

Estrategia 2. Algunos alimentos que ayudan a combatir el frío

- El café nos ayuda a mejorar nuestra termorregulación y la cafeína eleva la temperatura corporal.

- El jengibre es perfecto para fortalecer nuestro sistema inmune y nos ayuda a elevar la temperatura corporal.

Y es que, también los expertos de Miayuno.es apuntan que incluir en nuestras comidas alimentos de naturaleza caliente, como el jengibre, pimienta o cúrcuma no solo nos ayudará a combatir el frío o perder peso, también ayudará al estómago a hacer su función. Otro aspecto para tener en cuenta es evitar alimentos crudos por la noche y bebidas alcohólicas y frías como el vino o la cerveza. También es posible tomar una infusión después de cenar o comer evitando aquellas de naturaleza fría (este término hace referencia al alimento, no a la temperatura de la infusión) por ejemplo menta, té verde o poleo y utilizar en su lugar infusiones de naturaleza tibia o caliente, como la manzanilla, regaliz, jengibre o clavo.

Lee también: Jengibre: razones que te animarán a utilizar esta planta medicinal

Estrategia 3.  Elegir alimentos antiinflamatorios

Cuando estamos inflamados o padecemos una inflamación de bajo grado, nuestro cuerpo tiene grandes dificultades para la termorregulación. Por esto, debemos apostar por incluir en nuestra dieta alimentos ricos en antioxidantes (como las zanahorias o el kiwi) y en ácidos grasos poliinsaturados (como los pescados azules o los frutos secos).

¿Has oído hablar del 'browning'?

“El browning es la estrategia por la que transformamos adipocitos blancos en adipocitos beige. ¿Qué significa esto? Los adipocitos blancos son moléculas de grasa fundamentales para nuestro organismo, tienen múltiples funciones como regular el sistema inmune, aislarnos contra el frío y absorber impactos. Sin embargo, un exceso de tejido adiposo blanco puede estar relacionado con una resistencia a la insulina y un síndrome metabólico. El browning son estrategias por las que transformamos ese tejido adiposo blanco en uno beige, consiguiendo que sea antiinflamatorio pero que al mismo tiempo nos proteja del frío. Algunas técnicas de browning son la exposición al frío o la práctica de ejercicio físico”, nos detalla Cristina Barrous.