¿Cuáles son las diferencias entre el alzhéimer y la demencia?

Solemos hablar de estas enfermedades como una misma entidad cuando, en realidad, se trata de patologías distintas

Por Nuria Safont

La demencia frontotemporal que padece Bruce Willis, esta terrible enfermedad que no tiene cura y por la que sufre un significativo deterioro cognitivo, nos ha hecho volver a hablar de las demencias. Sabemos que el alzhéimer es también una demencia, de hecho, es la causa principal de las demencias. Sin embargo, ambas enfermedades no son lo mismo. ¿Cuál es entonces la diferencia entre alzhéimer y demencia?

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¿Qué es el alzhéimer?

“Cuando hablamos de alzhéimer nos estamos refiriendo a una enfermedad que afecta al cerebro y que altera el funcionamiento de las neuronas. Está definida por una serie de síntomas clínicos pero, sobre todo, por la acumulación de la proteína beta amiloide y la proteína tau”, nos explica la Dra. Raquel Sánchez del Valle, Coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología. Estas dos sustancias producen una neurodegeneración durante años y que el cerebro va compensando hasta que comienzan a aparecer los síntomas típicos de esta enfermedad: pérdida de memoria, confusión, cambios en el estado del ánimo, en la personalidad, etc. Es decir, el individuo pierde capacidades cognitivas que acabarán en una demencia. 

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¿Qué es la demencia?

La demencia es la alteración cognitiva y conductual que se produce debido al alzhéimer o cualquier otro proceso que afecta a las neuronas, así como accidentes como puede ser un ictus, un traumatismo craneoencefálico, o enfermedades como un tumor cerebral, una encefalitis, una infección o cualquier otra causa no connatural al sujeto. Estos problemas causan un deterioro por el que el paciente pierde la capacidad para desempeñar sus actividades diarias, su autonomía y depende de terceras personas. 

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¿Por qué se confunden demencia y alzhéimer? 

“La demencia, en el mal de alzhéimer, se produce en las fases finales de esta enfermedad, en las que las capacidades cognitivas y conductuales del sujeto se ven alteradas. Previamente, la persona que sufre alzhéimer no manifiesta síntomas. De hecho, este mal se puede ir desarrollando durante muchos años, incluso décadas, sin que el paciente o nadie de su entorno se dé cuenta, ya que el daño no es lo suficientemente severo como para impedir una vida normal”. La experta explica que sí puede haber despistes o pérdidas de memoria, pero no tan significativas como para que el paciente se vea limitado. En cambio, cuando la enfermedad ya está muy avanzada, la alteración de la memoria es mucho más acusada, aparecen los problemas en el lenguaje, de orientación, pérdida de identidad y se necesita la ayuda de terceros. 

Como indica la especialista en demencias, el 60% de los pacientes que acuden a consulta por demencia tienen la enfermedad de alzhéimer, por lo que es la primera causa de demencia pero no la única. Como decíamos, las alteraciones vasculares causan también demencia; las enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad por cuerpos de Lewy también la producen así como las enfermedades priónicas o las alteraciones metabólicas debido al alcoholismo. 

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¿Todas las demencias tienen los mismos síntomas? 

Aunque asociamos la demencia con la pérdida de memoria, fundamentalmente, y es común a la mayoría de los individuos, no todas las demencias se expresan igual. “Depende de las áreas del cerebro afectadas. Por ejemplo, los pacientes con alzhéimer que acuden a la consulta lo hacen por problemas de memoria. En cambio, en la demencia frontotemporal, como la que sufre Bruce Willis, los cambios en la conducta o los problemas de lenguaje son las primeras manifestaciones que se producen. 

La Dra. Raquel Sánchez insiste en la importancia de un buen diagnóstico. “Ni todas las demencias son iguales ni tienen el mismo tratamiento y pronóstico”. Por ejemplo, la enfermedad de alzheimer tiene una evolución media de 15 años, mientras que las enfermedades priónicas tienen una esperanza de vida de seis meses. Tampoco los tratamientos son los mismos. 

Afortunadamente, en la actualidad se cuenta con las herramientas de diagnóstico apropiadas para poder saber si de qué enfermedad se trata. "Hace diez años no contábamos con la tecnología que nos permite realizar un diagnóstico con una alta probabilidad, superior al 95%.". 

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¿Es normal tener demencia en la vejez? 

Es importante destacar que cuando hablamos de demencia, nos estamos refiriendo a un proceso patológico, es decir, a una enfermedad. “Hay una merma de las capacidades cognitivas a los 90 años. Pero te tienen que poder permitir hacer una vida acorde con tu edad. Por ejemplo, no pretenderemos que todas las personas de 90 años, aunque hay excepciones, corran una maratón, pero sí que todos los sujetos de 90 años puedan caminar”, insiste la especialista. 

“También es cierto que la memoria a corto plazo no es tan buena como cuando uno tiene 25 años o quizá nos cueste más encontrar una palabra o dar con el nombre de ese actor. Pero todo ello no nos debe impedir hacer una vida normal”. Entonces, ¿Cuándo debemos consultar con el médico? La experta concluye recomendando pedir cita cuando las pérdidas de memoria son repetitivas, constantes y progresivas. “Una persona que no sabe dónde ha dejado las llaves no tiene por qué sufrir un mal de alzhéimer o una demencia. Sin embargo, cuando se producen despistes o fallos de memoria repetidos a lo largo del día, como por ejemplo, no encontramos las llaves, pero también se nos olvida que hemos quedado con alguien o la cita del médico y además no recordamos la conversación que hemos tenido por teléfono y si eso ocurre de forma constante, sí debemos de consultar con un especialista”.

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