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Imposible olvidar aquel 11 de marzo de 2004 en el que España sufrió el mayor atentado de su historia. Cuatro detonaciones en las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia (todas en Madrid) provocaron que 193 personas perdieran la vida y más de 1.000 heridos cuyo recuerdo sigue tan presente como el primer día. En la víspera del 20º aniversario de aquel ataque que conmocionó al mundo entero y nos marcó para siempre, se ha celebrado el XXII concierto In Memoriam, presidido por los reyes Felipe y Letizia que homenajea a todas las víctimas del terrorismo.
El Auditorio Nacional de Música, situado en la madrileña calle de Príncipe de Vergara y obra del arquitecto José Mª García de Paredes, ha sido el escenario de esta velada en la que la Orquesta Sinfónica y el Coro RTVE, con Marc Korovitch como director, han interpretado sobre las tablas Elegía, una obra de Eduardo Soutullo compuesta y dedicada a las víctimas del terrorismo. La cita ha congregado a las principales instituciones del Estado, Gobierno, partidos políticos y distintos estamentos sociales y económicos de la sociedad española.
Para este solemne acto, la Reina ha vestido al completo de negro con un conjunto de ajustado top de mangas largas adornado con deslumbrantes cuentas, que destellan en contacto con los flashes de la cámaras, y un pantalón sastre ancho de tiro altísimo y con pinzas firmado por Hugo Boss. Para estilizar aún más su figura, se ha calzado unos salones clásicos de punta fina en color negro, en sintonía con su clutch alargado de hebilla metálica, de Roger Vivier. En su nueva melena, que se cortó la pasada semana, se ha hecho ondas y se la ha dejado suelta.
Cuando el reloj marcaba las 19:15 horas, los Reyes han accedido al hall del Auditorio, en el que han saludado a las autoridades presentes: el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido; el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Vicente Guilarte; la ministra de Defensa, Margarita Robles; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida; el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo; y Juan Francisco Benito, presidente de la fundación Víctimas del terrorismo que organiza el homenaje y con el que doña Letizia ha hablado de forma distendida.
El concierto ha empezado a las 19:30 horas en la sala Sinfónica de este auditorio inaugurado el 21 de octubre de 1988. Con el aforo completo (tiene capacidad para 2.338 espectadores), los Reyes han ocupado el palco presidencial, desde donde han escuchado el Himno Nacional y las palabras de Juan Francisco Benito, que perdió a su hijo Rodolfo en el 11-M. "Son vidas rotas, relojes detenidos para siempre. Son familias destrozadas, proyectos vitales truncados. Y, sobre todo, dolor. Un inmenso dolor que aún hoy perdura", ha comenzado a decir.
Benito, que preside la fundación desde febrero y, por tanto, ha debutado en este acto, ha agradecido a don Felipe y doña Letizia el apoyo incondicional que han dado a este organismo que se creó en 2001. "Gracias por consolarnos cuando ha hecho falta, gracias por darnos visibilidad cuando la hemos necesitado y especialmente, gracias por honrar la memoria de todas las víctimas del terrorismo", ha recalcado antes de finalizar su intervención y pedir un minuto de silencio.
Cabe recordar que en marzo de 2014, dos meses antes del enlace de los entonces Príncipes de Asturias, la Familia Real al completo acudió al funeral que se celebró en La Almudena por las víctimas del 11-M . Anteriormente visitaron a algunos de los heridos en los hospitales y tendieron su mano a aquellos que habían perdido a sus seres queridos en estas dolorosas circunstancias. Todo el país se movilizó y un día despés del atentado, don Felipe se situó en la cabecera de una manifestación que unió a España entera para decir "No al terrorismo". Era la primera vez que un miembro de la Corona acudía a una marcha de estas características.
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