Que no falte una alfombra
Imagina que, al poner el pie en el suelo cada mañana, en lugar del frío pavimento te encuentras con una superficie cálida, mullida y confortable. Esto es fácil de lograr si pones una alfombra en tu dormitorio.
Además de confort, ganarás en elegancia. Elige un modelo decorativo en armonía con el estilo del dormitorio: puede ser una alfombra étnica, de diseño geométrico, lisa y discreta o con un estampado atractivo. En cuanto al tamaño, puedes colocar un modelo grande o dos alfombras a ambos lados de la cama.
Un consejo: si eres alérgico a los ácaros del polvo no es recomendable colocar una alfombra en el dormitorio. Por mucho que la aspires será difícil eliminar los ácaros por completo.
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